En el marco de la Semana Europea de la prevención de residuos, la Sindicatura de Greuges de Barcelona hace referencia a la actuación de oficio sobre el impacto medioambiental del uso de envases de plástico desechable en las carreras urbanas con varias recomendaciones al Ayuntamiento de Barcelona: la elaboración de un código de buenas prácticas, el establecimiento de un cuadro de indicadores para medir el impacto ambiental, y la creación de un Plan de Gestión Ambiental para las carreras.
En un contexto general, es necesario decir que la actuación del Ayuntamiento ha sido acertada con el compromiso de reducir el plástico en la ciudad, pero puede ser mejorable en términos de eficacia en la gestión de las carreras urbanas. De este estudio también se percibe que el consistorio actúa más firmemente en aquellas carreras donde es organizador o colaborador, mientras que en todas aquellas que se celebran en la ciudad pero no tiene ningún vínculo directo, hay una carencia generalizada de datos para valorar como se está llevando a cabo la gestión ambiental.
La Sindicatura de Greuges de Barcelona ha constatado de primera mano cómo en las dos últimas carreras de este año en la ciudad (Bombers y Jean Bouin) se han eliminado totalmente los envases de plástico de un suelo uso.
El origen de la actuación de oficio
En las calles de la ciudad de Barcelona cada año se desarrollan un gran número de carreras. Se trata de acontecimientos autorizados que impulsan la práctica deportiva, a pesar de que a su vez generan bastantes agentes contaminantes en el medio ambiente por la gran cantidad de botellas de plástico que tradicionalmente se han repartido entre las personas participantes. Por este motivo, la Sindicatura de Greuges de Barcelona inició un estudio de oficio que permitiera valorar el impacto medioambiental del uso de envases de plástico desechable en las carreras urbanas.
Las responsabilidades y actuaciones del consistorio en las carreras deportivas celebradas en la ciudad
El Institut Barcelona Esports (IBE) ha informado a la Sindicatura de Greuges de Barcelona que en la ciudad se llevan a cabo unas sesenta carreras cada año y que, de estas, en una decena el IBE es titular o colabora.
Concretamente, el IBE es titular en seis pruebas deportivas, cinco de las cuales organizadas mediante la concurrencia de los interesados en concurso público. La carrera de la Mercè es la única que el organismo organiza de manera directa. El IBE insiste que en los requisitos de autorización de las carreras que coordina siempre se piden cláusulas medioambientales, pero vinculadas al ruido y su limitación.
Desde la administración municipal también se explica que ponen a disposición de todos los organizadores los recursos materiales y humanos necesarios para recoger los residuos generados, y es la Dirección de los Servicios de Limpieza y Gestión de Residuos quien hace el dimensionado de los recursos necesarios.
El IBE manifiesta que desde el año 2017 constan iniciativas destinadas a la reducción del plástico en estos acontecimientos deportivos mediante la eliminación de las botellas de plástico, que mayoritariamente han sido sustituidas por vasos compostables en todas las actividades que requieren concesión municipal. Por último, el consistorio hace mención al hecho de no disponer de los datos de la cantidad de residuos que se recogen en cada una de las carreras. Sin embargo, también resalta que se está trabajando para poder disponer de estos datos.
Las valoraciones de la Sindicatura
Si bien es necesario valorar la sustitución del plástico por vasos compostables en las carreras autorizadas por el Ayuntamiento, la Sindicatura destaca negativamente que no se haga ninguna referencia al resto de carreras que también se llevan a cabo en la ciudad y de las cuales el IBE no dispone de ningún tipo de datos. Atendiendo el volumen de carreras que se desarrollan en la ciudad, debería considerarse la opción de contar con un órgano o departamento que centralice datos de todas las carreras y permita evaluar el impacto.
El estudio de oficio de la Sindicatura ha hecho seguimiento del desarrollo de algunas carreras durante los últimos dos años y ha podido observar diferentes formas de llevar a cabo los avituallamientos para garantizar la hidratación de los corredores: vasos compostables; fuentes públicas portátiles; reparto de bidones reutilizables para uso individual, aunque hasta este año aún se daba botellas de plástico en las carreras.
En coherencia con el Compromiso Plástico Cero, se debe valorar la conveniencia de disponer de un código de buenas prácticas, entendido como el conjunto de recomendaciones y compromisos en referencia al uso y la gestión de los residuos plásticos. Los códigos de buenas prácticas, más allá de un instrumento de sensibilización, permiten definir acciones e indicadores para rediseñar estrategias efectivas que impulsen la protección del medio ambiente.
En este informe se ha detectado la dificultad para cuantificar el impacto del plástico de un único uso en las carreras. Cómo se ha informado a la Sindicatura, los residuos generados durante las carreras se juntan y se mezclan con los otros residuos municipales, hecho que imposibilita su medición, tal como dispone la Directiva (UE) 2019/904 relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico. Cuantificar residuos y establecer indicadores que faciliten la valoración es un primer paso para conocer el impacto medioambiental real que suponen las carreras urbanas, y concienciar a la ciudadanía sobre la necesaria reducción de residuos.
Por último, también se propone la elaboración de un Plan de Gestión Ambiental para las carreras que se desarrollen en la ciudad, con el objetivo de prevenir la reducción de residuos y mejorar la gestión estableciendo un seguimiento de las fracciones que se generen hasta las plantas de tratamiento.