La queja de un vecino de La Teixonera por un banco que concentra ruidos nocturnos provoca la actuación del síndic.
La Sindicatura de Greuges de Barcelona ha emitido una resolución en la que insta al Distrito de Horta-Guinardó a preservar el espacio público como lugar de convivencia y civismo, donde todos puedan desarrollar sus actividades respetando el derecho al descanso del vecindario.
Un banco para la discordia
El 18 de noviembre de 2024, un ciudadano presentó una queja afirmando que el Ayuntamiento de Barcelona había instalado un banco frente a la vivienda donde vive con su familia, ubicada en una planta baja de la calle Rosell. Este banco, especialmente por las noches, se ha convertido en un punto de encuentro y ocio, impidiendo el descanso adecuado de sus hijos menores. A pesar de la petición del ciudadano al Distrito de Horta-Guinardó, en la que solicitaba explícitamente la reubicación del banco, inicialmente no se consideró esta posibilidad.
Tras analizar todas las circunstancias, la Sindicatura de Greuges solicitó al Distrito de Horta-Guinardó toda la documentación necesaria para estudiar la queja. Como resultado, se constató que el Ayuntamiento es responsable de preservar el espacio público como lugar de convivencia, garantizando el derecho a disfrutar de la ciudad, condiciones de vida saludables, y el respeto a la intimidad y tranquilidad en el interior de los domicilios, para asegurar el derecho al descanso.
De hecho, la jurisprudencia ha declarado reiteradamente que los ruidos afectan negativamente derechos fundamentales protegidos por la Constitución española: la inviolabilidad del domicilio (art. 18.1), la salud (art. 43), un medio ambiente adecuado (art. 45) y una vivienda digna (art. 47). Por lo tanto, su protección es ineludible para los poderes públicos, como afirman las sentencias del Tribunal Constitucional del 24 de mayo de 2001 y del 23 de febrero de 2004.
Una solución consensuada
En este punto, el Distrito de Horta-Guinardó ofrece dos posibles soluciones:
a) Desplazar el banco 6 metros más arriba, reconociendo la posibilidad de que las conductas incívicas sigan ocurriendo.
b) Retirar el banco y dejar solo uno en toda la calle, dado que unos metros más arriba ya existe otro.
Cabe destacar que, en los barrios considerados de montaña, caracterizados por fuertes pendientes, es habitual colocar más bancos en las calles. Esto responde a la necesidad de que las personas mayores puedan hacer paradas frecuentes durante sus recorridos. En este caso concreto, se concluye que el Distrito de Horta-Guinardó está dispuesto a tomar las medidas necesarias para garantizar el derecho al descanso del ciudadano que presentó la queja. Dado que el Ayuntamiento debe garantizar el cumplimiento de las normas municipales destinadas a prevenir y reducir los efectos perjudiciales del ruido en la salud humana y preservar el derecho al descanso de la ciudadanía, la Sindicatura de Greuges recomienda que, a la mayor brevedad posible, se contacte con el ciudadano para, mediante una solución acordada, resolver esta cuestión.