Barcelona, 19 de septiembre de 2024 – Después de atender la queja de la Asociación de Vecinos y Vecinas de la plaça de la Farga, la Sindicatura de Greuges de Barcelona ha pedido al consistorio las conclusiones de los estudios acústicos que ha llevado a cabo para comprobar la contaminación acústica generada por los vuelos de helicópteros turísticos sobre Sants y La Bordeta.
Y es que la defensoría de la ciudadanía barcelonesa ha vuelto a hacer esta petición al Ayuntamiento después de recibir un informe municipal en el que falta información solicitada, como el número de vuelos turísticos diarios o si se han ejecutado medidas sobre el impacto acústico.
“Con la información de la que disponemos, es difícil discernir si se está actuando correctamente en esta situación. Nos volvemos a dirigir al Ayuntamiento con el objetivo de poder ayudar al vecindario en su queja”, ha manifestado David Bondia, síndic de greuges de Barcelona.
Una queja que se va repitiendo desde 2004
El consistorio indica que desde el año 2004, en el que se iniciaron los vuelos turísticos con helicópteros en Barcelona, ha recibido diferentes reclamaciones ciudadanas por las molestias que comportan y por posibles riesgos para la población de los barrios de más afectados.
Margen de actuación limitado
El Ayuntamiento cree que su margen de actuación es muy limitado y que las competencias son compartidas entre la Dirección de Puertos y Transportes de la Generalitat de Catalunya y la Dirección General de Aviación Civil del Ministerio de Fomento. Añade que se han llevado a cabo varias reuniones para tratar el asunto, tanto con estos dos organismos como con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
La Sindicatura de Greuges de Barcelona quiere recordar que, independientemente de los aspectos más técnicos donde no hay competencia municipal (la altura del vuelo, los itinerarios o el tipo de vehículo), el Ayuntamiento sí que puede actuar en la contaminación acústica.
Acciones municipales llevadas a cabo en 2024
A raíz de estas intervenciones, se sancionó a la compañía que sobrevolaba la ciudad por debajo de la altura mínima reglamentaria, así como por utilizar helicópteros monomotores y no cumplir la ruta establecida.
El consistorio también indica que se han ejecutado estudios acústicos para analizar el impacto de los helicópteros turísticos sobre las viviendas afectadas por los itinerarios de vuelo, y que se han llevado a cabo medidas sonométricas de control periódico en diferentes puntos de la ciudad. Sin embargo, como ya ha expuesto la Sindicatura, no se informa de los resultados obtenidos ni de posibles actuaciones o requerimientos a consecuencia de estas mediciones.