A raíz de una queja por las molestias que causan los paros prolongados, y con el motor en marcha, de los buses de la línea H6 en la parada de origen-final Metro Onze de Setembre, en la calle Pare Manyanet (Sant Andreu de Palomar), la defensoría de la ciudad pide en su resolución que se garantice el derecho al descanso vecinal.

Esta situación, que se mantiene desde 2022, contraviene la Ordenanza de medio ambiente municipal, que establece que «salvo situaciones de congestión de tráfico, está prohibido que los vehículos parados o en otros espacios públicos permanezcan con los motores en marcha durante más de dos minutos».

El motivo principal de la queja es el ruido que se deriva, pero también existe una clara afectación sobre la contaminación atmosférica y, por tanto, sobre el derecho al medio ambiente. En el área metropolitana, los índices de polución, que tienen una clara relación con el tráfico rodado, siguen por encima de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), si bien existe una tendencia descendente.

En el caso del bus H6, el ente que debe hacer cumplir la Ordenanza es Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). La entidad asegura que ya ha detectado el problema y que ha llevado a cabo diversas medidas para abordarlo:

  • reuniones periódicas en la cochera para recordar a las personas conductoras la obligación de cumplir la Ordenanza y apagar los motores;
  • poner en conocimiento al personal de conducción de las quejas sobre este hecho;
  • explicación en las reuniones de formación y reuniones telemáticas;
  • advertencia verbal a la persona conductora que ha cometido la infracción.

Por el momento, no consta que se haya tramitado ningún expediente sancionador ni disciplinario contra esta conducta, ya que, según TMB, no existe ninguna prueba que lo acredite. Dado lo anterior, el tiempo que dura la situación y la reiteración de la infracción, las acciones preventivas de la entidad para hacer cumplir esta normativa no han sido eficaces.

De hecho, la Sindicatura ya ha recibido varias quejas por las molestias causadas por las personas conductoras de autobús por este mismo motivo. La última se publicó en noviembre, y afectaba a la línea 59, en la parada de origen-final ubicada en la gran vía Carlos III, 101 (Distrito de Les Corts). Una de las conclusiones de aquella resolución era la recomendación a TMB de que renovara la flota de autobuses, y que apueste por vehículos menos contaminantes y más silenciosos, un punto sobre el que se vuelve a incidir en la resolución relativa a la línea H6.

Otras resoluciones recientes por contaminación acústica derivadas del transporte público fueron en febrero, por el ruido que generaba el ascensor de la parada de metro Maragall y el generador en la parada de metro Clot, y en octubre, por las molestias que causa una estación de Bicing en el Distrito de Sarrià – Sant Gervasi.

Por todo ello, la Sindicatura de Greuges de Barcelona concluye que la actuación de TMB no ha sido ajustada a derecho, con una clara afectación al derecho al descanso de la ciudadanía, y recomienda a Transports Metropolitans que:

  • elabore un plan de acción para evitar que los conductores y conductoras de la línea H6 mantengan los motores en marcha más de dos minutos en la parada de origen-final Metro Onze de Setembre
  • valore la posibilidad de realizar una acción coordinada con la Guardia Urbana para denunciar estas infracciones