La Sindicatura de Greuges de Barcelona reclama al Ayuntamiento de Barcelona que proteja los derechos del vecindario de Sagrada Família, que tiene dificultades para conciliar su vida diaria con los usos turísticos del entorno .
A raíz de la queja de una persona por los efectos de la turistificación en su barrio, la Sindicatura ha estudiado este fenómeno y la afectación de los derechos del vecindario que comporta. La conclusión es que, aunque la actuación del consistorio se ajusta a lo que establece la ley y que se está actuando para conseguir una gestión adecuada del turismo, no se está protegiendo de manera eficaz a la población de los entornos del templo.
La turistificación afecta a multitud de derechos
La actividad turística que rodea la Sagrada Familia afecta al disfrute de diferentes derechos de la ciudadanía, como el derecho a la convivencia pacífica, al espacio público, a la vivienda o al medio ambiente, entre otros.
La Sindicatura recibe numerosas quejas relacionadas con problemas de convivencia derivados del uso intensivo del espacio público por parte de las personas visitantes. Estas problemáticas encarnan las denominadas “externalidades negativas” del turismo, entrando en conflicto con el derecho a la ciudad de la población local. Recientemente la Sindicatura se ha pronunciado sobre otros casos relacionados con la actividad turística, como hizo en mayo con la recomendación de reforzar la no transmisibilidad de las licencias por viviendas de uso turístico.
Requiere especial atención la situación en los espacios de gran afluencia (EGA), como es la Sagrada Família y su entorno. Éstos son lugares donde se concentra una gran cantidad de visitantes, incrementando el impacto sobre la convivencia con el vecindario de la zona.
Pérdida de la identidad de los barrios
Uno de los efectos preocupantes que observa la Sindicatura ante la turistificación de espacios como el entorno de la Sagrada Família es la pérdida de la identidad de los barrios y la dedicación del tejido comercial a las necesidades de las personas visitantes por delante del vecindario.
La transformación de los usos comerciales de los locales de la zona puede generar dificultades para la población que quiere desarrollar una vida cotidiana. Tanto por el acceso a bienes y servicios, como por el incremento de su precio.
Esta transformación también afecta al tejido asociativo del barrio, especialmente ante la dificultad para garantizar el acceso a una vivienda en el barrio por la población. Además, personas mayores e infancia sufren una afectación especial por la turistificación, ya que las primeras a menudo son las más afectadas por una pérdida del sentimiento de pertenencia al lugar, mientras que las segundas no pueden gozar de autonomía ni espacio de recreo suficiente.
La acción del Ayuntamiento
El Ayuntamiento de Barcelona está actuando para gestionar de forma adecuada la afluencia turística a la ciudad, como muestran los diferentes planes estratégicos y medidas de gobierno en esta materia y la creación de órganos como el Consejo de Turismo y Ciudad o la Mesa de Gestión Turística. Pero esta actuación no es suficiente para garantizar los derechos de la ciudadanía de la Sagrada Família y otros entornos turísticos.
Uno de los aspectos de la estrategia municipal que preocupa a la Sindicatura es la desconcentración turística. El impulso de medidas correctoras del impacto negativo de la actividad turística es positivo, pero existe un riesgo de expulsar hacia otros territorios los mismos problemas que se dan ahora en los barrios más tensionados por el turismo.
Finalmente, la Sindicatura ha emitido una serie de recomendaciones para asegurar la protección del derecho a la ciudad de la población de este barrio, que pasan por reforzar el control de las actividades comerciales y la seguridad de la zona, la revisión de la eficacia de las medidas adoptadas, que se cree un espacio de debate para repensar el modelo de turismo con el fin de hacerlo compatible con la protección de los derechos de proximidad, y que estas recomendaciones se hagan extensivas al resto de distritos afectados por la turistificación.
En cuanto a la recomendación de crear un espacio de debate para repensar el modelo de turismo con el fin de hacerlo compatible con la protección de los derechos de proximidad, en marzo de 2024 el Ayuntamiento de Barcelona ha trasladado a la Sindicatura que valora la idoneidad de esta recomendación y que la incorpora como propuesta para el grupo de trabajo ‘Prioridades para el modelo turístico de la ciudad en los próximos años’, que forma parte del Consejo de Turismo y Ciudad.