A raíz de la movilización vecinal de hoy en la calle Encarnació para evitar la demolición de dos casas centenarias que incluyen una gran encina que tiene más de 200 años, la síndica de greuges de Barcelona ha mostrado su preocupación por la pérdida de valor histórico e identidad propia de los barrios y ha insistido en una reclamación al consistorio que ya hizo en el informe anual del 2017: que lleve a cabo una revisión de los catálogos de patrimonio municipal para preservar el carácter singular de los barrios.